¿Ha cambiado tu vida ahora que eres runner? Seguro que sí. Acá te dejamos alguanas de esas cosas que NUNCA, nunca pensaste harías y hoy que eres corredora disfrutas.
Acostarte temprano un viernes para entrenar el sábado am
Y no solo ‘tener’ que hacerlo, sino que ‘querer’ hacerlo de todo corazón. Si nos los hubiesen dicho, quizás no lo creeríamos, pero pucha qué bien se siente aprovechar los sábados en la mañana al máximo, entrenando sola o acompañada. Qué rico ese desayuno compartido como recompensa post-trote y sobre todo, qué bacán la sensación de arrancar el finde con la tarea hecha y las endorfinas a tope, ¿les pasa?
Invertir varios $$$ en zapatillas en tecnología runner
Y ojo que es ‘invertir’ y no ‘gastar’, porque toda runner sabe que unas buenas zapatillas son la base de un buen entrenamiento y desempeño, así que aunque que de repente hay que desembolsar cifras no menores… ¡lo valen cada peso! Y además son TAN lindas.
Saber cómo medir tus pulsaciones
¿Pulsaciones? ¿pulsómetro? ¿frecuencia cardiaca máxima? Que levante la mano la que ni siquiera conocía estar terminología antes de entrar el mundo runner. ¡Yo! En cambio ahora, con reloj, banda torácica o directamente con la mano sobre nuestra muñeca o cuello, somos unas expertas.
Correr una cifra de 2 dígitos, ¡sin parar!
10, 20, 42 km… qué increíble ver cómo hemos conseguido lo que antes tachamos de imposible, y qué lejana parece esa primera salida en que correr un par de kilómetros sin parar parecía lo más duro que no había tocado en la vida. Para algunos las distancias son solo un número, pero cada una sabe la apasionante historia de desafíos, éxitos y fracasos que hay detrás, ¡lo hicimos ladies!
Tener más debilidad por la ropa deportiva que por la de calle
Hace ya varias temporadas , las tendencias de moda deportiva nos empezaron a tentar con prendas que combinaban diseño, tendencias y funcionalidad, ¡y nosotras caímos redonditas! Porque en Ladyrun nos encanta correr cargadas de estilo, somos varias las que hemos hecho de las patas, shorts y tops nuestra debilidad fashion.