- Mantente hidratada al correr con frío.Porque transpiras menos o porque no sientes tanta sed como en el verano, en esta temporada se reduce mucho la ingesta de líquido, lo que es un GRAVE error. La hidratación es clave para que el cuerpo logre adaptarse al frío y al aire seco, y que como consecuencia, que el rendimiento se mantenga estable o mejore. Así que oblígate a tomar agua a lo largo del día, especialmente las horas previas a tus sesiones de entrenamiento. .
- Cubre tu boca.Un buff o una bufanda son una buena solución para humedecer el aire que inhalas cuando corres. Preocúpate de que tengan la ventilación correcta y que sean de materiales respirables, porque la idea no es correr medio ahogada.
- Inhala profundamente.Especialmente durante aquellos días en que sientes el aire pesado en cada zancada, enfócate en hacer inhalaciones más profundas y tranquilas. Si es necesario baja el ritmo, recuerda que mientras más regules tu respiración, más relajado mantendrás tu sistema respiratorio. Aunque sabemos que cuesta, intenta inhalar por la nariz y botar por la boca, así el aire llegará a tus pulmones más temperado.
- Arranca de a poco. Los días fríos tu cuerpo necesita más tiempo para entrar en calor, así que la etapa de calentamiento es más fundamental que nunca. Tómate las cosas con calma, dale tiempo a tu sistema respiratorio para que agarre el ritmo lentamente, y no te exijas al punto de quedar jadeando. Cuando las temperaturas sean especialmente bajas, es mejor que apuestes por un entrenamiento de más distancia pero de intensidad moderada.
Periodista, valdiviana y fanática del sur de Chile. Corro porque me hace feliz, y mucho más si es escuchando reggeaton.