Si hablamos de nadar tener el traje de baño perfecto para natación puede marcar la diferencia en el entrenamiento. Y, aunque no lo creas, influye tanto física como psicológicamente. Y es que si no te compras una blusa porque no te sientes cómoda, por qué usar un traje de baño con el que te ocurre lo mismo.

De ahí que resulte esencial tener el traje de baño adecuado para cada quien. Hay que saber elegir y deben cumplir ciertas características para que no solo te sientas como un pez en el agua, sino que además no interfiera en tus sesiones de piscina.

5 consejos para encontrar el traje de baño perfecto para natación

Comodidad ante todo. De tiro alto o bajo, con escote o hasta el cuello, espalda descubierta o cerrada, incluso el color. Cada detalle y parte de tu traje de baño tiene que gustarte y acomodarte. Así te permitirá hacer cualquier movimiento y nadar tranquila.

 Tela firme.  Si practicas natación en piscinas, sabes a la perfección lo dañino que puede resultar el cloro, y va destruyendo las telas poco a poco. Gasta los trajes de baño, y es como si literalmente se fuera comiendo la tela. Por lo mismo, debes elegir telas que sean resistentes.

Según los expertos, mientras más porcentaje de lycra tiene, menos resistente al cloro es. Por lo tanto, si lo vas a usar con frecuencia, prefiere aquellos con más poliéster o poliéster texturizado, mientras que si se trata de algo ocasional, puedes seguir con el de lycra.

Hay otros materiales como la poliamida, que resulta muy resistente al igual que el poliéster. Otros como el elastano, se ajusta más a la resistencia de la lycra o el nylon, que aguantan, pero menos.

 

 Ajustado, pero no oprimido. Nada requiere de movimiento, y tener un traje de baño que es demasiado ajustado no te dará libertad de movimiento, como tampoco lo hará el hecho de ser demasiado suelto. Es clave probárselos antes de comprarlo. Solo en el caso de ser un modelo que te acomoda y conoces te recomiendo comprarlo online.

Personalmente hay un modelo de Speedo que en Chile ya no se encuentra. Cuello alto, completamente cerrado atrás, lo pido por Internet porque me sé la talla y las medidas.

En cuanto a la espalda, es decisión propia, mientras unos prefieren las que son en forma de O, otras optan por los tirantes cruzados, o la clásica forma de U. Aquí lo importante es que afirme, y esto también dependerá de los tipos de cuerpo. A aquellas con más busto se les recomienda tirante más grueso y espalda en O. Mientras que las que tienen menos pecho, tiene mayor libertad a la hora del diseño.

Eso sí, ojo con las tallas, ya que en el agua suelen ceder, por lo que les recomiendo elegir una menos, pero insisto, que no las triture. Por lo tanto, si no estás segura de la talla, elige el más pequeño.

La delantera no se puede dejar a la ligera.  Ya lo mencionamos antes, aquellas nadadoras que tienen más centímetros en la parte superior deben elegir trajes de baño que sujeten muy bien. Lo ideal es que en esos casos tenga una sujetador interior o sea reforzado en la parte del busto.

En el escote sucede algo similar, las tallas de pecho grande irán mejor con escotes más cerrados, ya sea rectos o los de cuello alto, esto porque brinda firmeza, seguridad, y por ende, comodidad, al mismo tiempo que libertad de movimiento. Si es muy bajo, estarás pendiente todo el tiempo de dejar algo a la vista o que se escape algo. ¡Puede suceder!

Color y estampado.  Esto ya es personal. Puedes preferir estampados coloridos, como también optar por un solo color. A mí me gusta el clásico negro, no solo porque combina con cualquier color de gorra y anteojos, sino que además estiliza. Como dije, es personal.

Hay marcas como Arena que tienen modelos muy coloridos. Body & Soul tiene los dos lados, aquellos que son más sobrios como también colores más encendidos, Speedo lo mismo, y suelen mantener los diseños y estampados. Marcas como adidas, se rigen precisamente por su estilo que reflejan en todas sus líneas de ropa.

 

¿Cómo se cuida el traje de baño?  Esto es un bonus track, porque no se trata de llegar y lavar. Después de usarlo debemos enjuagarlo con suficiente agua fría para quitarle el cloro en exceso. Evita que pase todo el día en tu bolso de la piscina, lávalo a mano, no lo metas a la secadora y evita dejarlo a todo sol.