Para antes o después de entrenar, o como una disciplina para alternar con nuestros entrenamientos de running, el yoga es un complemento ideal. La conexión entre el cuerpo y la mente a través de sus ejercicios físicos y de respiración permite que nos oxigenemos mejor, trabaja la fuerza, equilibrio y flexibilidad, además de darnos calma mental, algo que tantas necesitamos y buscamos al correr.
Y estas 5 posturas de yoga son perfectas para corredoras:
Guerrero: Es una posición de activación para despertar nuestro cuerpo, especialmente los músculos de los brazos, espalda y piernas. Permite estirarnos de punta a punta, oxigenarnos y conectarnos con nuestra respiración. Además, fortalece los músculos de los tobillos, muslos y pantorrillas, y mejora la movilidad de los hombros.
Perro mirando hacia arriba y perro mirando hacia abajo: La primera permite estirar los isquiotibiales y las pantorillas, y la segunda es perfecta para abrir los flexores de la cadera y estirar la parte delantera del cuerpo. Además, el perro mirando hacia abajo es excelente para abrir el pecho y los hombros, mejorar la respiración y aumentar los niveles de energía.
Pinza: Trabaja la flexibilidad y mejora la amplitud de los movimientos de las piernas al estirar los tendones de las piernas y la cintura, y alivia la tensión de los músculos de la espalda. Además, ayuda a la movilidad de las articulaciones, la estimulación del sistema nervioso, la tonificación de los órganos internos y la digestión.
Cobra: Activa toda la zona lumbar, pelvis y columna vertebral. Porque no solo de piernas vive el runner, la posición de la cobra ayuda a liberar la tensión de la espalda, a estirar todos sus músculos y hacerla más flexible. Además, también se trabajan los abdominales y brazos; y fortalece la caja torácica y la capacidad pulmonar.
Paloma: Es la posición ideal para liberar la tensión y mantener la flexibilidad de la cadera, muy recomendada para recuperarse luego de entrenar. Además, como su nombre lo dice, al llevar el pecho hacia adelante, como una paloma, estimula los órganos abdominales ayudando a regular la digestión y debido a la extensión del pecho, oxigena el cuerpo y mejora la capacidad respiratoria.