Se viene el fin de semana y, si se parecen a mí, sabrán que viene ese par de días en el que nos permitimos comer un poquito más, y tomarnos un traguito sin sentirnos culpables. El problema, al menos en mi caso, es que me termino sintiendo un poco culpable porque siento que el entrenamiento del día se pierde si acto seguido me devoro una pizza.
Pero no es tan así…
Primero que todo, tenemos que recordar que no corremos solo para bajar de peso o mantener una figura atlética…eso es solo el resultado de hacer deporte. Corremos porque nos hace sentir bien, porque nos ayuda a tener un estilo saludable, y porque en algunos casos estamos preparándonos para carreras específicas.
Dicho esto, a veces es bueno poner los kilómetros y las calorías sobre la balanza, para no exagerar con los permisos e indulgencias.
Ahora ¿cuánto puedo comer si ya salí a correr?
Todo esto es relativo a cuánto pesamos, pero para no ser tan específicos – no sé cuánto pesan todas ustedes, mis ladies- vamos a hacer como que todas pesamos cerca de los 60 kilos. Tranquilidad, la diferencia en el cálculo no es tan grande.
Con 65 kilos, correr 5 kilómetros nos ayuda a quemar 337 calorías, lo que equivale a un paquete grande de papas fritas de comida rápida, o seis manzanas y media.
Si con el mismo peso sales a correr 10 kilómetros, vas a quemar 673 calorías, o sea: 2 empanadas de pino o 3 anticuchos o 2 rebanadas de una pizza de pollo BBQ del Papa John’s.
Si pesando 65 kilos corres una media maratón en dos horas, vas a quemar 1040 calorías. Vas a poder comer con tranquilidad 2 choripanes y 1 anticucho. O, manteniéndonos en la onda dieciochera ( Por un 18 saludable) vas a poder tomar 1 terremoto, 1 ensalada de papas mayo y 2 porciones de mote con huesillo.
Recuerden que estas son todas referencias. Mucho depende de nuestro metabolismo, del terreno sobre el cual corremos y de qué tan rápido vayamos.
Y por favor, no olviden que cuando comemos no solo acumulamos calorías, sino que también colesterol, grasa, sodio y más, por lo que, aunque a veces un gusto esté más que permitido, es fundamental que prioricemos la comida saludable por sobre la que nos hace mal.