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La mente también se entrena

Cuando se trata de alcanzar una meta deportiva, muchas veces hemos escuchado el dicho ‘es pura cabeza’. Para ordenar y liberar de limitantes a nuestra voluntad los especialistas en coaching deportivo de Peercoach nos entregan una serie de sencillos pero poderosos consejos. Estos son los primeros cinco del decálogo.

Cuando se trata de alcanzar una meta deportiva, muchas veces hemos escuchado el dicho ‘es pura cabeza’. Para ordenar y liberar de limitantes a nuestra voluntad los especialistas en coaching deportivo de KMP nos entregan una serie de sencillos pero poderosos consejos.  Estos son los primeros cinco tips del decálogo.

1. Verbaliza lo que deseas, no lo que quieres evitar

“Cuando pones las intenciones realmente en lo que quieres hacer, todo tu cuerpo se alinea para conseguir ese objetivo. Tus pensamientos se transforman en una máquina imparable de motivación y no te das cuenta como te vas quedando sin excusas para alcanzar lo que te propones. El poder de lo qué decimos y cómo lo hacemos es tan significativo para nuestro cerebro porque es el quien condiciona nuestras acciones”.

2.  Plantéate una meta realista

“Nunca debes olvidar las razones que te motivan a correr. Por ejemplo, si lo haces porque te gusta tener un espacio para ti, por la sensación física que te genera o por lo relajada que queda tu mente después de un entrenamiento…ponte una meta que fomente esas sensaciones y no una donde, finalmente, te expones a pasarlo mal. La mayoría de las personas tienden a creer que las metas y desafíos deben implicar grandes sacrificios pero eso no necesariamente debe ser así. Los grandes cambios son la conquista consistente de pequeños logros”.

3. Identifica tu motivación

“Tu motivación para correr es la razón que te impulsa a ponerte las zapatillas y salir de tu casa. Reconocerla hará que trotar no sea el objetivo final sino un medio para lograr una mayor. Si tienes claro cuál tu objetivo es muy probable además seas constante”.

4.  Elabora un plan de acción

“Cuando ya conocemos nuestra motivación el siguiente paso es plantearse pequeños desafíos que nos ayuden a alcanzar nuestra meta. Para eso debemos considerar desde lo más básico a lo más complicado de lograr. Si nunca has corrido, el tomar la decisión de hacerlo ya es un paso. Le siguen: qué zapatillas ocupar;  elegir la ropa que más te acomoda;  dónde irás a correr, en qué momento del día lo harás, etc. Un buen ejercicio es fijarse una meta concreta como inscribirse en alguna corrida, no necesariamente para alcanzar un lugar determinado sino para reconocer en qué condiciones comenzamos. En resumen, es bueno que elabores un plan de acción enumerando todos los pasos que te lleven a cumplir la meta”.

 5. Mide tus logros

Una vez que establezcas tu motivación, meta y los pasos para lograrla es importante que reconozcas cómo medirás los logros que te propusiste. Por ejemplo, si tu meta es correr los 10k del maratón de Santiago es recomendable que midas las distancias durante tu entrenamiento y así podrás saber cuánto te falta. Si corres por sentir un bienestar físico, tu forma de medir el logro podría ser llevar un control de tu peso corporal mes a mes e ir viendo las diferencias que se produzcan. Si corres para liberar estrés, una posibilidad es evaluar cómo está tu entorno cada vez que vuelves de correr y como se siente tu familia con este cambio que has implementado en tu vida”.

Para mayor información en #KMP_oficial  o (+569) 82898974.

por

Josefina, periodista, corredora aficionada y editora de Ladyrun.

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