El saludo entre runners es un arte, que aún no tiene sus cánones establecidos. Nuestra columnista Sole Hott, después de varios besos sudados y tropezones por saludos en movimiento, nos explica cómo, cuándo y dónde decirle ¡hola! a un corredor. Siempre #conchispeza.

Por Soledad Hott

Después de varios kilómetros AM en un día sábado, me encuentro con un compañero de mi club de entrenamiento en el punto de hidratación. Me saluda y dice: “estos son los saludos sudados que sólo los runners entendemos”. Aunque en el mundo runner hay muchos códigos, este tema no está bien definido y una mala ejecución puede ser incluso dolorosa si perdemos el equilibrio. Y comentando sobre lo mismo con varios corredores llegué a la conclusión que existen errores y aciertos.

• Acierto: saludar con un leve levantamiento del mentón. Un movimiento corto que si se acompaña de una sonrisa es perfecto. Lo mismo con la mano: levante y salude tipo Miss Mundo… nadie se ofenderá y todos contentos.
• Error: tratar de darle la mano al otro runner en movimiento…¡nunca! O en el caso de las mujeres, un beso a la rápida. Eso puede terminar en golpe fuerte de quijada, pasar a llevarle el audífono a la otra persona ( y eso duele) o tirarle sin querer del brazo ¡Olvídelo! Igual que el choque de puños entre hombres, ese que se dan la mano y después nudillo contra nudillo…esto no es una fraternidad, ni un skatepark, ni la juntación con los amigos, usted está corriendo. Además, es largo, por lo que los seres involucrados tienen que detenerse y eso a un corredor no le gusta.
• Acierto: el high five o ‘los 5’. Rápido, en el aire, no hay mucha superficie de contacto y no corta el movimiento.

Eso cuando estamos en movimiento, pero una vez que terminamos de entrenar bienvenido sea el abrazo o beso sudado. ¡Da lo mismo! El otro ( a) está igual que tú. Basta también con un “hola” o #fin… asumir la sudoración.

Ahora bien, el tema cambia cuando es runner versus peatón. Muchas veces he escuchado: “los runners son mala onda no saludan”. Error. No es que seamos apáticos y nos creamos tan bacanes por correr que nos sentimos superiores para saludar a las personas. El tema es que, aunque usted no lo crea, correr necesita de cierta concentración, y muchas veces uno no se percata de lo que está sucediendo a su alrededor. Vamos pendientes de semáforos, autos, el tiempo, kilómetros, etc.

Y si le sumamos los enanos mentales, que muchas veces nos acompañan en los recorridos, atinar al saludo puede ser algo que nos ocurra unas cuadras más allá. Así que no se ofusque…salude igual al corredor, pero sin asustarlo. Me ha pasado, y no es agradable, escuchar ese grito espontáneo que nos aumenta los latidos de una forma poco amable y el ceño se nos frunce inmediatamente.

Resumen: en el tema saludo clave saber cuándo y cómo hacerlo. Si es al final, sha está…hola sudor y si es durante….tome nota de todo lo anterior. Si es peatón trate de saludar cuando el runner en cuestión esté detenido en el semáforo, tomando agua o cuando lo vea que corre sin cara de velocidad. Así que ya sabe, si es runner o no, esto es lo que pasa en la ruta.

Sole Hott (@solehott) es periodista, directora de revista Seventeen y una corredora AM y PM con alma de piña.