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4 lecciones ‘de vida’ que aprendimos corriendo

Este deporte no solo es beneficioso para nuestro cuerpo, también nos entrega importantes herramientas para sentirnos mejor desde adentro. Corriendo ejercitamos nuestras piernas, pero además le damos energía positiva a nuestro espíritu y aprendemos significativas lecciones de vida.

Aceptarte tal cual eres

Es verdad que un 90% de nosotras comenzamos corriendo para ‘vernos mejor’ o quizás ‘bajar de peso’, pero sabemos también que eso rápidamente pasa a segundo plano cuando el running se mete en nuestro corazón. Al ver los avances que vamos logrando poco a poco, al alcanzar nuestras primeras metas y al poner a prueba nuestra resistencia y triunfar…¡imposible no aceptarse tal cual somos después de todo ese camino recorrido! Cómo nos vemos o esos kilos que tan obstinadamente queríamos bajar dejan de ser importantes y nuestro cuerpo se convierte en nuestro mejor aliado.

Lidiar con el fracaso

Cada carrera, cada entrenamiento es diferente, hay veces en que creemos que vamos listas para dar nuestro máximo y las cosas no funcionan como queríamos. Estamos en nuestro mejor momento y nos enfrentamos a una lesión o simplemente ese no era el día para lograr la marca que esperábamos. Correr nos enseña que siempre hay una nueva oportunidad, que siempre debemos darnos otra chance y que castigarse por no lograr un objetivo es lejos la peor idea… solo tenemos que seguir perseverando e intentarlo nuevamente.

Sentirse cómoda en situaciones difíciles

Correr no es fácil. Hay días en que estamos cansadas, hace frío o demasiado calor, arriba en el cerro el terreno es no siempre plano ni amable, sobre el cemento en algunas oportunidades cada pisada parece una tortura y, a veces, la espera para largar en una carrera se hace insoportablemente eterna ¿Paramos de correr, nos vamos para la casa? No, seguimos corriendo y nos ponemos a prueba. Correr nos enseña que debemos seguir, que perseverar en situaciones que no nos son cómodas tiene recompensas por las que vale la pena luchar.

Conectarse con otros

Dicen que correr es un deporte individual, pero si algo nos enseña el running es a conectarnos con otros. Nos emocionamos con las historias y los esfuerzos de los demás porque sabemos lo que siente cruzar una meta y el sacrificio que requiere. Corriendo se crean amistades y una lealtad de ‘runner’ que se nota en la calle, cerros y carreras cuando nos saludamos con compañerismo y nos damos una mano cuando vemos a alguien está en problemas.

por

Josefina, periodista, corredora aficionada y editora de Ladyrun.

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