Querámoslo o no, el recambio de temporada promete la llegada inminente de la lluvia. Y como ya los hemos mega repetido, la adversidad del clima no es justificación para aflojar con nuestros entrenamientos.
Eso si, correr sobre superficies húmedas o mojadas exige ciertas precauciones, así que con la opinión del kinesiólogo de KMP Renzo Nordio, hicimos una breve guía de consejos para correr seguras y evitar lesiones por la inestabilidad que puede provocar el agua.
Elije un calzado que ‘se agarre’. La zapatilla debe tener un buen agarre para evitar resbalones. Si tus zapatillas de running regalonas ya tienen varios kms recorridos, asegúrate de que la suela no esté muy gastada. Si es así, probablemente es hora de cambiarlas. “Es ideal que la suela tenga un ‘dibujo’ bien marcado. En el caso del trail running, se debe privilegiar un calzado que tenga un dibujo aún más marcado, de preferencia con ‘calugas’ porque en la mayoría de los senderos hay barro”, explica Renzo.
Hazle el quite a los charcos. “Si pisas una poza y te mojas, tiendes a generar más heridas en el pie, o si tienes ampollas, estas se rompen con más facilidad”, agrega. Además, al no ver que hay bajo el agua, podemos exponernos a hoyos y desniveles, y a desafortunados porrazos.
Si es necesario, baja el ritmo. Al cambiar las condiciones de entrenamiento es normal que se puedan alterar también tus resultados, así que tranquila. Disminuye tu ritmo si te parece necesario y ¡no pasa nada! Recuerda que si te sientes insegura, siempre es mejor bajar las revoluciones, porque ahí es cuando ocurren las lesiones.
Corre en entornos sin riesgos. “Yo recomendaría superficies seguras y con un ambiente contenido, como vías para correr o parques, y pavimento con calles sin mucho tránsito, ya que por lo general los autos con la primera lluvia tienden a resbalar más”, dice Renzo. Además, sí vas cerca de los autos es probable que termines empapada de pies a cabeza.