Quedan pocos días para la Entel Maratón de Santiago, y si este año no la correrás completa, pero te animaste a acompañar algunos kilómetros a un amigo o amiga, acá te dejamos una breve manual para cumplir con éxito esta valiosa misión (lady)runner.
Cuenta con el consentimiento del otro. Siempre (¡pero siempre!) pregúntale a tu amigo(a) si le gustaría que lo acompañes algunos kilómetros. Ofrece el apoyo y que sea el o ella quien decida si tomarlo. Cuando tengas el sí, tienes luz verde para seguir con las otras recomendaciones.
Programa tu entrada. Define previamente en qué momento del circuito entrarás a correr con tu partner. Como sugerencia opta por kilómetro desde la segunda mitad en adelante, porque es ahí cuando el apoyo en ruta se vuelve más importante que nunca.
Encuéntralo(a) tu. Cuando sepas en qué km entrarás, elige un lugar con buena visibilidad y poca contingencia de público para que sea más fácil ver a tu compañero(a). Calcula aproximadamente a qué hora pasará y espera atenta. Ayuda bastante si previamente coordinan por qué lado de la calzada correrá.
Prepara el ritmo de tu partner. Si serás corredora de compañía, aquí tu ritmo personal pasa a segundo plano y deberás correr al de tu partner. Pregúntale antes a qué ritmo promedio hará el maratón y entrena según eso. La idea es acompañar, no atrasar, ni mucho menos apurar. Si esa persona corre mucho más rápido que tu, es probable que no seas la indicada para hacer de compañía.
Dale su espacio. Corre a su lado, pero no te acerques demasiado ni te cruces. Recuerda que sus piernas estarán cansadas, así que el mínimo obstáculo en el camino puede hacer que pierda el equilibrio.
Ojo con el paparazzeo. Que tu compañía le de energía y le suba el ánimo, pero que no sea motivo de estrés. Si es fanático de las fotos o videos, dale, pero si le incomoda, entonces deja el paparazzeo para después.
Prepara tu retirada. Si no cuentas con el dorsal no deberías cruzar la meta, así que evita llegar a ese punto y deja que tu corredor continúe solo. Si estás inscrita podrás llegar hasta la meta, pero dale espacio a tu amigo(a) para que disfrute ese inolvidable momento.
Si no correrás, pero sí estarás apoyando desde la vereda a todo pulmón, revisa nuestro post Manual práctico para la barra para que tus gritos sean una poderosa carga de energía.