En este A MI RITMO les quiero contar que si hay algo en lo que TODAS podemos estar de acuerdo, es que este año no ha sido nada fácil. Así que, siguiendo la tónica del intenso 2020, por supuesto retomar el deporte luego de meses de encierro tampoco ha sido cosa sencilla. De hecho, ¡ha sido mucho más desafiante de lo que pensé!

Creo que yo, y la mayoría de las que están leyendo este post, asumimos que era imposible retomar nuestros entrenamiento al exterior donde los dejamos (pre covid). Así que empecé de a poquito, atenta a las sensaciones de mi cuerpo y mente. Pero para mi sorpresa, al par de meses de ‘libertad’ seguía con un ritmo mucho más bajo del que tenía antes, no solo en el tiempo que marcaba el reloj, sino en mi propia energía a la hora de correr. 

Pasé semanas cuestionándome si me faltaba alguna vitamina, si ya me había desencantado con el running, ¡si mercurio retrógrado tenía que ver! Todo era válido mientras buscaba alguna explicación razonable para mi desilusionante desempeño deportivo. Necesitaba un culpable donde proyectar esa frustración. 

A mi ritmo: cultivar la paciencia

Hasta que en mi propia angustia comprendí que en lugar de ponerme más presión (que claramente no me estaba funcionando), lo que tenía que hacer era cultivar la paciencia. Una virtud que las personas inquietas como yo tenemos bieeen escondida, ¡pero pucha que sirve! Me repetía constantemente que tenía que volver a estar en mi 100%, pero al tener una idea tan fija de lo que eso significaba antes, no me di cuenta de que ya lo estaba, solo que ahora es otro 100%, en un nuevo contexto y en otra versión de mi. 

En las últimas semanas he hecho un trabajo mental (nada fácil) por bajar las expectativas y SOLTAR. De alguna forma he ido levantando las vallas que yo misma me puse y que se me hacía imposible saltar, para fluir con este periodo que ha sido tan incierto y duro. Ahora tengo la pista despejada, sola para mi, y lista para correr a mi ritmo. Aunque ahora sea más lentito y pausado. 

Así que si hay alguna lady que está pasando por lo mismo, mi consejos es: ¡tranquila! Todas lo estamos haciendo lo mejor que podemos, así que sintámonos orgullosas de nuestro nuevo 100% y disfrutemos sin tantas presiones de volver a correr.