Cuando comenzamos a correr nos preocupamos de las zapatillas que usamos, los recorridos y cantidad de kilómetros que recorreremos y de qué nos pondremos para sentirnos cómodas. Pero, muy pocas veces, consideramos un chequeo médico como parte de nuestra rutina como corredoras.
Por eso contactamos a la Dra. María Fernanda Sanhueza especialista en medicina deportiva y corredora, para que nos explicara la importancia de un control médico que ella recomienda se realice una vez al año. «El objetivo del control médico es supervisar el estado de salud, para asegurar la práctica de ejercicio de forma segura, con énfasis en disminuir los eventos cardiovasculares asociados en individuos susceptibles, junto con identificar factores de riesgo potenciales para prevenir lesiones», nos recalca la especialista.
Además de prevenir también es importante también considerar reorganizarn los requerimientos energéticos que aumentan cuando comenzamos a practicar deporte de manera regular. «Especial atención requieren las mujeres, ya que se encuentran en mayor riesgo de padecer un síndrome llamado ‘déficit relativo de energía’, en el cual la disponibilidad de energía no logra ser suficiente para cubrir las demandas energéticas, ya sea porque la ingesta alimentaria está disminuida o porque el gasto energético asociado al deporte está muy aumentado» explica.
Uno de los minerales que debemos chequear las mujeres es el fierre, que tiene mayor tendencia a presentar disminución por la menstruación sumado a las pérdidas de éste a través del sudor. «El fierro es fundamental para los deportes de resistencia, ya que participa en el proceso de transporte de oxígeno», cuenta la doctora Sanhueza.
Chequeo médico: qué deberíamos considerar
Como nos cuenta la especialista sobre los 35 años se recomienda un estudio cardiovascular especialmente en corredoras que deseen aumentar la intensidad de sus entrenamientos o si participan en el running con fines competitivos, o si presentan antecedentes médicos de una enfermedad cardíaca, metabólica, como la diabetes mellitus, o enfermedad de origen renal.
«En la evaluación médica se evalúan diversas situaciones de riesgo que pudieran originar una lesión. Las mujeres, por ejemplo, tienen mayor riesgo de sufrir disfunción patelofemoral, por lo tanto es necesario corregir esos factores que pudieran aumentar el riesgo», explica.
Cuáles son esos exámenes o especialistas que deberíamos consultar para hacernos un chequeo médico:
- Hemograma y la Cinética del Fierro por la mayor predisposición a sufrir anemia por déficit de fierro.
- Pruebas tiroideas, por mayor predisposición a padecer Hipotiroidismo.
- Vitamina D para resguardar la salud ósea. La Vitamina D está implicada en elmetabolismo del calcio.
- Vitamina B12 en mujeres vegetarianas, veganas, operadas de Cirugía Bariátrica,usuarias de Metformina o con alguna enfermedad digestiva que impida la correcta absorción de la B12. La Vitamina B12 es esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y la producción de glóbulos rojos.
- Electrocardiograma
- Ecocardiograma y/o Test de esfuerzo
Eso según los factores de riesgo que se hayan identificado, y según la intensidad del ejercicio a realizar.
*Todos estos exámenes deben ser solicitados por un especialista posterior a una consulta.
Chequeo médico: nutrición y kinesiología
Una nutricionista, explica la doctora, es la profesional que evalúa los requerimientos diarios según la intensidad del ejercicio para que la deportista reciba la cantidad adecuada de macronutrientes y micronutrientes que permitan un buen funcionamiento del organismo y un buen desempeño deportivo. «De esta forma se pueden evitar déficits nutricionales con potenciales consecuencias negativas para la salud: enfermedad y/o lesión».
«La nutricionista también evalúa la composición corporal, que permite definir la cantidad de masa grasa y masa muscular. En base a esos parámetros se puede planificar la alimentación según los objetivos deportivos, el tipo de disciplina, y/o necesidades de mejora. La composición corporal se evalúa mediante antropometría (resultante de la medición de perímetros musculares, pliegues cutáneos y diámetros óseos) o realizando un examen llamado bioimpedanciometría».
También es importante supervisar el entrenamiento por un kinesiólogo que evalúa patrones de movimientos, la condición física (fuerza, resistencia, propiocepción), y si existen desbalances musculares mediante diferentes pruebas clínicas o Tests físicos. «El running es un deporte de alta demanda para el sistema osteomuscular, por lo tanto, lo ideal sería contar con una evaluación con fines preventivos. La terapia de rehabilitación por lesiones se realiza con kinesiología», cuenta la doctora.
En el caso de detectar una disfunción del piso pélvico, por ejemplo, escape de orina involuntario al correr, es necesario rehabilitar los músculos del piso pélvico con una kinesióloga especialista en esta área. Las mujeres embarazadas o aquellas que hayan tenido un parto normal, tienen mayor riesgo de presentar esta disfunción.
