No tengo reloj inteligente, de esos que cuentan los kilómetros y que regulan el ritmo. Tampoco de esos audífonos sin cable y menos Spotify. Una vez abrí una cuenta, se me olvidó la clave y nunca más funcionó.
Soy una runner vintage, a la antigua.
Mi preparación antes de cada entrenamiento es muy simple: short, peto, polera, zapatillas, mi clásico bolsito tipo riñonera enano donde pongo celular, llaves y mi Ipod que debe tener más de 4 años – y al que no tengo idea como ponerle música nueva – y mis audífonos CON cable.
¿Cómo veo mi rendimiento? En mi celular tengo una APP que me cuenta los K, hace resúmenes mensuales y me felicita cuando mejoro mis tiempos.
¿Mejoraría mis resultados usando más tecnología? Quizás sí… pero, tengo un reloj que me regalaron guardado en una caja hace casi 2 años – quizás ya esté desfasado – y me da cero curiosidad usarlo.
Siento que si trabajo tengo que estar todo el día tan pero tan conectada, cuando corro…me gusta liberarme de tanta cosa. Sólo avanzar, sin presión.