El PB es parte del vocabulario de toda runner, y se refiere directamente a las siglas del ‘personal best’, es decir, mejor marca personal en un circuito específico. La buena noticia es que toda corredora tiene una y no depende de nadie más. Sin embargo, a veces se necesitan más de una segunda vez en el mismo circuito para que lograr ese tan esperado PB.
Quienes corremos solemos buscar mejorar la marca en ciertas carreras específicas. Personalmente me pasó con la media maratón de Puerto Varas. La he corrido varias veces y este año que recién pasó hice mi PB: 1 hora 46 minutos. Esa medalla se recibe con más emoción y cuando vas cruzando la meta, sabiendo que es tu mejor tiempo, la sonrisa es más grande y el cansancio se olvida.
Pero lograr tu PB (personal best) requiere de esfuerzo y de ciertas claves:
1. Preparación física, no una, varias veces a la semana
Uno de los errores más comunes entre las corredoras es que la preparación física queda en el último lugar del plan de entrenamiento. Y la verdad es que siempre será necesario. No solo porque evitará lesiones, sino que además te dará más fuerza y potencia a la hora de correr.
Debes recordar que no corremos solo con las piernas, el running incluye otras partes del cuerpo, y en ese sentido pesas, crossfit, pilates, lo que sea, ayuda. Idealmente dos veces a la semana marcarán una diferencia.
2. Alimentarse bien
Y tomar agua. Es verdad que estar más liviana te ayuda a correr más rápido, sin embargo, si le quitamos al cuerpo los nutrientes necesarios, el desempeño en la carrera no mejorará.
Recuerda siempre seguir una dieta rica y equilibrada. Si no estás segura de estar comiendo bien, consúltale a un experto para que te guíe tanto en las comidas principales como en los snacks pre y post entrenamientos.
Correr requiere de un esfuerzo físico que debes saber compensar, y la forma en que comes tiene un impacto en los resultados.
3. Sigue el plan: hazle caso al entrenador
Aunque las odies, las repeticiones son necesarias. Yo solía odiar la pista y correr en círculos, pero a medida que comencé a seguir el plan, al pie de la letra, e incluí los entrenamientos de pista, mis tiempos comenzaron a bajar. Tanto las repeticiones como el conocido fartlek, los cambios de ritmo también son muy buenos.
Correr todos los días los mismos kilómetros y al mismo tiempo, no ayuda. Si quieres correr más rápido debes salir de esa zona de confort, y acostumbrarte a que puedes bajar el ritmo sin que te sea agotador. Poco a poco verás cómo ese momento de “no puedo más”, llega más tarde.
4. Descansar
Aquí seguir el plan de entrenamiento vuelve a ser clave. Debes respetar el día de descanso, tu cuerpo lo necesita lo agradecerá.
Si entrenas todos los días, duermes poco y no descansas, ¡cómo quieras mejorar el tiempo! Es una lección que cuesta aprender, y que personalmente, me llevó a una fractura. Hay que relajarse, al menos una vez por semana. Y puedes agregar otro de “descanso activo” como dice Luis Montenegro, es decir, hacer otra cosa que no sea correr.
5. Ponte una meta objetiva
No bajes tiempo por bajar, y debes ser realista al hacerlo. Analiza tus tiempos, y luego de los controles de distancia planifica una meta que sea posible. Antes de hacer 1 hora 46, había hecho 1 hora 49. Bajé 3 minutos, haber pedido bajar más quizás hubiese sido demasiado.
6. Bonus track
En mi caso no solo ayudó el apoyo de mi kinesiólogo, que me ayudó a volver a las pistas muy bien físicamente, pero el complemento con otros deportes como la natación y la bicicleta también fueron clave, y lo siguen siendo.