Hace exactamente un año, mis metas deportivas eran hacer 2 medias maratones, bajar mi mejor tiempo y eventualmente empezar a prepararme para una maratón (un sueño que siguen en stand-by). Todo iba viento en popa, la motivación a mil y llegó la pandemia para demostrarme que una propone, pero el universo dispone.
De un momento a otro, como le habrá pasado a muchas, me quedé sin un norte deportivo, y con ello también decayó toda la motivación con que había arrancado tan esperanzada el 2020. La buena noticia, fue que de a poco logré definir nuevas metas, mucho más aterrizadas y en armonía con las razones originales por las que empecé a correr hace 10 años.
La pandemia me dio un respiro de la presión que me auto-impuse por las distancias, ritmos y tiempos, o de obligarme a correr sin quererlo realmente. Me tomé un descanso ‘forzado’ del running, pero que me sirvió muchísimo para aprender más de mi, con y sin zapatillas. Reconecté con el sentido más profundo y auténtico de mi amor por este deporte, que tiene que ver simplemente con disfrutar.
¿Y mis metas deportivas este 2021?
Por eso, si bien este 2021 sigue siendo un año incierto, al menos mi metas deportivas están bien claras y tiene que ver en todo sentido conmigo. La primera, no olvidar nunca las razones que me conquistaron de correr y mantenerlas presente en cada uno de mis entrenamientos; la segunda, agradecer a diario la oportunidad de ponerme las zapatillas para sumar km o saltar como una loca en mi living con alguna rutina online; y la tercera ( y mi favorita), definir objetivos personales que tengan que ver conmigo y con nadie más, y hacer las cosas por superarme a mi y no por probarle nada a nadie.
Por eso ladies, mi mejor consejo en el punto de partida de este 2021 es aprender a ser más flexibles con nuestros propósitos deportivos, sea cuál sea, y en especial a proponernos metas que tengan que ver con lo que nos conquista a diario de correr. Cada una sabe qué es, y si no lo saben, identifíquenlo y pase lo que pase, no lo pierdan de vista como meta final.
