Siempre he sido hiperactiva y, entre todo lo que hacía para liberar energía, corría. Pero, no ‘en serio’. No medía distancias ni tampoco ponía atención en detalles más técnicos y menos en mi indumentaria. Cualquier zapatilla servía.
Hoy, con más de 2 años y medio de runner, si pudiera volver atrás, me encantaría haber puesto más ojo en ciertos items que me habrían servido mucho cuando decidí lanzarme a las pistas. Acá van mis 5 consejos para principiantes.
¡Elongar y elongar!
Es muy importante preparar el cuerpo, tanto al comenzar una carrera como al terminarla. Actualmente siempre me “regalo” al menos 2 k de caminata de vuelta a casa post entrenamiento. Bajas el ritmo cardíaco y las piernas lo agradecen.
Que se vuelva un hábito salir
No sirve 1 vez a la semana. Al principio me sometía a unas rutinas agotadoras los sábados ó domingos y descansaba toda la semana. Mal. Ahora me ordeno mejor y trato de entrenar 5 veces a la semana, diversificando y alternando rendimientos y rutas.
Comienza lento y aumenta gradualmente
Me obligaba a correr mucho, tenía un mínimo de K y de ahí no podía bajar, estaba pendiente de mi rendimiento y si subía mi ritmo medio, me frustraba. La idea es siempre ir teniendo mejores resultados, obvio!, pero cuando lo empecé a pasar mal, dejé de lado el chequeo constante y ahora lo disfruto más.
Invertir en buenas zapatillas
Antes corría con cualquiera, y me compraba la más barata, sin fijarme en detalles técnicos. Hoy, es un ítem en el que invierto y ya tengo ciertos modelos favoritos que he ido renovando. Ayudan mucho a tener una buena carrera y rendimiento, y evitar lesiones.
Dosificar las carreras
Con el entusiasmo desbordado de runner principiante, me inscribía en todas, sin revisar bien las fechas y eso hizo que algunos meses tuviera 3 al mes. Un exceso! Eso me llevó a sobrecarga de entrenamientos y a sesiones de kinesiólogo por lesiones. Por eso ahora siempre planifico el calendario y trato de prepararme bien para cada una de ellas, sin poner en riesgo mi cuerpo.