Siempre he tenido pésima memoria, desde olvidar dónde dejé las llaves del auto hasta ir a ver la misma película dos veces (¡al cine!) sin tener idea del final. Por eso cuando me enteré de este beneficio del running archiconfirmé porqué me gusta tanto y quise saber un poco más. Aquí los resultados de mi matea investigación sobre cómo correr nos ayuda a recordar.

De acuerdo a un estudio realizado por el departamento de neurociencia de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), se demostró que correr regularmente estimula la producción cerebral de nueva materia gris y tiene un importante efecto en la capacidad mental, ayudando a mejorar la memoria y la capacidad de aprender. Para que se lo imaginen, mientras sudamos la gota gorda corriendo, en nuestro cerebro multiplicamos la producción de ciento de miles de células neuronales, en idioma científico ‘neurogénesis’, por si les preguntan…

Aunque no se sabe exactamente a qué se debe este aumento de la materia gris, se cree que puede ser por el aumento del flujo sanguíneo o por el mayor nivel de hormonas que se libera cuando se hace ejercicio. Otras teorías lo atribuyen al descenso de los niveles del cortisol (la hormona del estrés), que se produce durante el ejercicio.

A este estudio se suma otra investigación gringa, hecha en la Universidad de Minnnesota, donde participaron más de 2.700 personas de 25 años en promedio. El análisis implicó pruebas en una etapa inicial, transcurridos 20 años y 25 años; luego de lo que se concluyó que los adultos que corren regularmente pueden conservar sus habilidades de memoria y pensamiento en mejores condiciones cuando sean mayores.

Eso sí, para provocar un efecto real sobre nuestras capacidades mentales, no basta con correr una vez a las mil, el entrenamiento tiene que ser constante y prolongado en el tiempo, y mínimo de 30 minutos diarios. Así que ya saben, a todas las ladies cabezas de pajarito como yo, ¡a entrenar!