En el tiempo que llevo corriendo, el maratón ha sido de las cosas más emocionantes que he vivido y también la que demandó más tiempo de entrenamiento. Por eso después de terminar esta gran hazaña tienen un pequeño un vacío (y secuelas) difíciles de superar.
Hay mucha información sobre el post maratón. Que el cuerpo sufre una gran deshidratación, los músculos quedan destruidos, y todo ese sobreesfuerzo debe volver a la normalidad. En mi caso quedé con diferentes dolores: en el tobillo, banda y empeine. Por lo que no pude seguir mi entrenamiento de recuperación como lo tenía pensado. Lo que hace que extrañe cada sábado los largos a los que estaba acostumbrada.
Por otro lado, pasar de entrenar cinco veces a la semana, obligada por mi misma y pensando día a día en gran meta, a no tener una carrera en mente, hace que la motivación se vaya a cualquier lado. Esto sumado a los lindos días de sol y panoramas divertidos, ya no quieres saber de correr.
Así que mientras espero que cosas que nunca me habían dolido antes me dejen de doler, y tener la motivación que tuve en el algún momento, que probablemente sea el Maratón de Santiago, ya decidí que las vacaciones post maratón es una realidad, y que hay que aprovecharlas y tomárselas de la mejor manera. Porque seguro el cuerpo lo pide.
Así fue la experiencia de Dani Paz: Así fue mi primer maratón