Ya hemos hablado de la importancia de no atacar el refrigerador post carrera o entrenamiento y de los alimentos recomendados para no tirar todo el esfuerzo a la basura. Pero sabemos que para muchas de nosotras dejar el azúcar es muy complicado.
Hablamos con Cristina Teillery, nutricionista, especialista en nutrición deportiva y quién además está cursando un diplomado en psiconutrición (www.kibalance.cl), para ver cómo ‘balancear’ esta dulce tentación y cuál tipo preferir en períodos de entrenamiento.
¿Cómo reconocer dónde está el azúcar?
Lo primero que debemos hacer es la distinción entre los azucares propios de los alimentos y la añadida. Como parte del alimento y de manera natural, las frutas y los vegetales son fuente de fructosa, y la leche y derivados contienen lactosa. Estos azúcares vienen acompañados con otros nutrientes, como proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Son de los “buenos”.
“Estos alimentos son mucho mas nutritivos, dan mayor saciedad y tiene un menor índice glicémico que los alimentos con azucares añadidos”, dice Cristina.
En cambio, los procesados – y que son los más adictivos – contienen azúcares añadidos y otras moléculas dulces para mejorar el sabor, incluso en los salados! Esto da como resultado productos de buen sabor, pero que aportan calorías en exceso, que no tienen efecto saciante, y además nos dan la sensación de quedar con hambre y comemos más. ¡Horror!
Cristina explica que la sacarosa como tal no es dañina, el problema ocurre cuando en el proceso de refinado – para lograr que quede ese polvito blanco – a partir de una sustancia pegajosa y oscura que proviene de la caña o de la remolacha, se utilizan sustancias toxicas y se eliminan todos los otros nutrientes.
“Por eso se dice que el azúcar aporta calorías “vacías” por qué no tiene ningún nutriente que sea beneficioso para nosotros y solo aporta calorías”.
¿Qué hacemos entonces? Ahora que comienza la temporada de carreras, la elaboración de un plan de alimentación, tanto en la etapa previa como durante y post, es muy importante.