Caminar o no caminar, esa es la cuestión. Vas avanzando kilómetro a kilómetro, todo bien, hasta que sientes que tus fuerzas comienzan a bajar y te dan ganas de parar un poco. Qué hacer: ¿caminar o no caminar? Puedes seguir igual forzando tu cuerpo al máximo o bajar el ritmo. O ¿derechamente deternerse?
Para Fabienne Nazarian, ultramaratonista que se ha enfrentado a varias carreras extremas, como el Maratón Des Sables en pleno desierto del Sahara, este último escenario no es opción. “No recomiendo parar en una carrera; cuando uno se siente cansado, si puedes bajar el rítmo y seguir trotando muy lentamente, hasta volver a tener una respiración cómoda”, recomienda.
Caminar no, pausas activas sí
Pamela Araya,entrenadora de clubes de running en empresas con 15 años de experiencia (www.control-fit.cl), recomienda hacer “pausas activas”, esto sería pasar del running a un trote suave o bien a una caminata rápida, pero sin bajar abruptamente la frecuencia cardiaca a nivel reposo. Es decir, seguir moviéndose, pero con menor intensidad.
“La idea es no detenerse nunca, porque el objetivo de todo corredor es aumentar el tiempo de entrenamiento, la velocidad, disminuyendo las lesiones, la fatiga y mejorar el tiempo de recuperación”, indica.
¿Ventajas de esta pausa activa? Mejora el rendimiento, ya que permite recuperar fuerzas. “Mejora el suministro de oxígeno, hace más eficiente la eliminación de desechos metabólicos, aumenta la almacenación de glucógeno en el músculo y permite aprovechar eficientemente los suministros de energías, como la grasa”,agrega.
La clave para Pamela es entrenar de forma segura, de tal modo que el corredor se sienta bien. “Bajar la intensidad no significa retroceder. Cuando lo necesites te ayudará a progresar en cada etapa”.
Así es que ya sabes, cuando sientas que necesitas un break en tu entrenamiento o carrera, aplica tu “pausa activa” y luego retomarás con más fuerza.