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Rodilla del corredor: qué es y cómo prevenirla

La rodilla del corredor es una de las lesiones más comunes, que se manifiesta como un dolor punzante en la parte anterior y lateral de la rodilla. La buena noticia es que es posible prevenirla. Conversamos con el Dr. Álvaro Valenzuela (@cirugiaderodilla.cl), traumatólogo de Clínica Universidad de los Andes.

¿Rodilla de corredor? “Las molestias o dolores de rodilla son de una alta frecuencia dentro de las corredoras. En Estados Unidos se ha calculado que 40 millones de personas corren de forma regular y de estas la mitad sufre de algún dolor o lesión en el período de 1 año”, advierte de entrada el Dr. Álvaro Valenzuela, traumatólogo especialista en rodilla en la Clínica Universidad de los Andes y en el Comité Olímpico de Chile.

De esas dolencias, gran parte llevan el título de rodilla del corredor. 


¿A qué se debe la rodilla del corredor y cómo se manifiesta?

El síntoma que con mayor frecuencia manifiestan las corredoras que consultan en traumatología de rodilla es el dolor anterior y lateral de rodilla. Los diagnósticos que con mayor frecuencia se definen son: síndrome de dolor patelofemoral, síndrome de fricción de banda iliotibial y la tendinopatía patelar.


El dolor patelofemoral es considerado como la causa más frecuente de lesión por sobreuso en los adultos que practican actividad física, presentándose como un dolor anterior de rodilla en 1 de cada 3 mujeres que practican running.


El síndrome de fricción de la banda iliotibial se manifiesta como un dolor lateral de rodilla, en especial cuando la rodilla pasa de una posición de flexión a extensión. En corredoras su incidencia es de un 5 a 12%.


Por último, la tendinopatía patelar, también se manifiesta como un dolor anterior de rodilla, afecta más al grupo de edad comprendido entre los 15 y 30 años y también a los que practican deportes que involucra el salto de forma repetitiva, como el voleibol, basquetbol, tenis, y fútbol o running cuando se practican con mayor intensidad.


¿Cómo podemos prevenirla?
Un 60% de las lesiones en el running se deben a errores en la forma de entrenar. La primera recomendación es no improvisar en los entrenamientos de rutina. Por ejemplo, evitar aumentos repentinos en la velocidad y distancia a recorrer (kilómetros por semana) o el uso de escaleras o pendientes. La inclusión de estos cambios debe ser de forma progresiva para permitir que las articulaciones pasen por un proceso de acostumbramiento.

La segunda recomendación es realizar ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad (elongación) de los grupos musculares encargados de mover las caderas y rodillas. En teoría estas articulaciones dependen del buen trofismo muscular y de su flexibilidad para que las extremidades inferiores trabajen correctamente alineadas.

También, hay que tener en cuenta que el cuerpo debe descansar y recuperar energías. Por lo que debemos respetar los tiempos de recuperación, las horas de sueño, alimentarse de forma saludable e hidratarse de forma correcta y oportuna.


¿Cómo se trata la rodilla del corredor?
El tratamiento dependerá del origen de los síntomas. Una historia clínica detallada y un examen físico realizado por un especialista en rodilla puede conducir a un tratamiento específico y correcto.  Esto podría ir desde una modificación en los volúmenes de entrenamiento y su intensidad, corregir la técnica de trote, agregar rutinas dedicadas a ejercicios de fuerza y  bicicleta. Y en algunos casos se indica complementar con kinesiterapia para rehabilitar y corregir déficit biomecánicos.

por

Periodista, valdiviana y fanática del sur de Chile. Corro porque me hace feliz, y mucho más si es escuchando reggeaton.

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