09.00 Am. Tacones en la oficina. Te mueves de un lado a otro, al almuerzo sales a hacer trámites, sigues trabajando post lunch y recién tipo 19.00 con suerte te bajas de los zapatos. 10 horas con algunos centímetros más.
¿Cómo sientes tus pies tras esa posición forzada de horas? Y lo más importante: ¿afecta tu rendimiento al momento de correr?
Hablamos con Sebastián Rodríguez, kinesiólogo de KPM ( kmp.cl), quien aclaró que lo primero que hay que tener en cuenta es que el uso de tacones afecta no solo a los pies, sino también a otras articulaciones como rodillas, caderas y columna vertebral.
“El principal cambio se ve en modificación de la mecánica al momento de caminar y permanecer de pie: el tacón cambia la posición neutra (normal) una posición con una flexión plantar («punta de pies») exagerada. Ésto modifica la forma de moverse, desde el tobillo hasta la columna, y puede traducirse en lesiones”, cuenta Rodríguez.
Estas afecciones se ven principalmente en personas que usan tacones altos, que por consenso es mayor o igual a 2 pulgadas (5,08 cm). Por ende, la recomendación sería utilizar tacones bajo estas medidas (apenas termines de leer esta nota, anda a buscar una huincha y mide tus favoritos!).
Para las corredoras, dice Rodríguez, los problemas se van a ver reflejados principalmente en la actividad muscular y las posibles alteraciones en la flexibilidad de la misma. “Es muy probable que la musculatura de la pantorrilla (Gastrocnemios, sóleo y tibial posterior) se encuente más acortada y que la musculatura encargada de la flexion dorsal del pie («levantar punta de pie») se encuentre más inhibida o incluso débil. En terminos prácticos, van a tener unas pantorrillas mas propensas a la sobrecarga muscular (contracturas, desgarros) y una musculatura anterior débil que puede tender a generar tendinopatías si se le exige mucho”.
Además, se pueden encontrar problemas similares en la relación existente entre los cuadriceps con los isquiotibiales y entre los gluteos y flexores de cadera.
Si no puedes dejar de usarlos, Sebastián recomienda trabajar constantemente la flexibilidad y estabilidad de las extremidades inferiores, combinado con un trabajo integral de fortalecimiento y flexibilidad / elongación. “En mi experiencia personal como profesional he visto que realizando una buena evaluación del paciente, identificando las principales deficiencias y trabajando los problemas de forma integral, los resultados son positivos”,finaliza.