¿Se les ha hecho más pesada la vida de corredora estos últimos meses? Me ha costado salir a correr en estos últimos días. Pero literalmente me obligo. Dejo las zapatillas en la entrada de la casa para verlas fácil y recordar que me hará bien para despejar la cabeza.
A veces me resulta, otras no tanto.
Cuando recién llevábamos sólo unos días con manifestaciones, salí con los audífonos más fuertes que nunca y me largué sin prestar mucha atención a mi alrededor, hasta que me encontré con una manifestación encima que no tenía ninguna pinta de pacífica. Me asusté y corrí más fuerte que nunca.
Desde ese día, he cambiado mis hábitos para poder seguir sumando kilómetros sin sentir temor.
Ya no corro con música (para estar más alerta y poder reaccionar en caso de cualquier cosa), ya no corro de noche (me topé con un par de barricadas), y trato de buscar a alguien que esté en mi ruta y me acoplo a su ritmo para no ir tan sola. Y así, trato de ir avanzando día a día, cumpliendo con mis entrenamientos y preparándome para las dos carreras que – por ahora – están en mi agenda para marzo y abril del 2020.
Y sigo con mi lema: ¡Vamos caramba!