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Zen Run, ¿qué es y por qué debemos incluirlo en nuestra rutina?

En el Zen Run lo que hacemos es complementar running y mindfulness para conectarnos con nuestro cuerpo y el entorno. Ese es el objetivo de este original combo deportivo que promete despertar todos los sentidos.

Que los polos opuestos se atraen acá viene como anillo al dedo. Mientras el running apuesta por avanzar, y por trabajar velocidad y resistencia; el mindfulness va por lo contrario, parar o bajar el ritmo, y es precisamente esa diferencia de objetivos la que los hace tan complementarios, y en la ruta, enriquecedores.

“El Zen Run se trata de convertir una salida de running en una experiencia enriquecedora no sólo para el cuerpo, sino para la mente y para el alma. Los sentidos y las sensaciones son los protagonistas para ayudar a conectarnos con la experiencia presente y por tanto disfrutar de ella”, explica Paula Butragueño (@pau_inspirafit), coach y blogger deportiva, quien además dirige Zen Runs para Nike en España.

¿Cómo poner en práctica esta fórmula?

La primera condición es cambiar la mentalidad con la que arrancaremos a correr. En este caso lo importante no es mejorar una marca o competir, sino que disfrutar cada una de las sensaciones que provoca el entrenamiento. Además es importante salir con tiempo y disposición para hacer pausas y conectarnos con nuestro cuerpo y el recorrido.

“En una Zen Run hay cabida para pararse a contemplar la naturaleza, oler las flores o simplemente respirar. Es otra manera de correr, combinada con ejercicios de respiración, yoga y meditación. El objetivo nunca es la meta, sino la sesión en sí. (…) La sensación final, es una combinación entre esa maravillosa sensación de energía de después de correr, con la de relajación que te aporta el yoga y la meditación”, agrega Pau.

¿Cómo poner en práctica un Zen Run?

  • A través de tu respiración comienza tomando conciencia del presente, de tu cuerpo y del entorno. Respira profundamente y concéntrate en el aire que entra y sale de tus pulmones.
  • Calma tu mente. Deja de lado las preocupaciones y ansiedad por sumar kilómetros, y comienza el entrenamiento tranquila y sin apuros por llegar a una meta.
  • En la ruta disfruta cada zancada prestando atención a todas las sensaciones que te provocan el esfuerzo de tu cuerpo y los estímulos del entorno.
  • Si te dan ganas toma pequeños descansos para contemplar el paisaje, sentir los aromas, los sonidos o calmar tu respiración.
  • Para finalizar haz estiramientos que te ayuden a tomar conciencia de tu cuerpo y a recuperarte. Agrega algunos minutos de meditación para sacar el máximo provecho de esta experiencia.

 

por

Periodista, valdiviana y fanática del sur de Chile. Corro porque me hace feliz, y mucho más si es escuchando reggeaton.

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